martes, 19 de julio de 2011

El pescado: Un aliado de la salud


El pescado constituye una fuente de gran valor nutritivo, con proteínas de alta calidad y un muy bajo nivel de grasas, evidentes ventajas por sobre las carnes rojas. Se trata de un alimento que cuenta con todos los aminoácidos esenciales necesarios para constituir el tejido corporal. En virtud de que es muy fácil de digerir, está indicado para personas con trastornos de esa índole. Contiene menos grasa total que otras carnes, pocos ácidos grasos saturados y muchos poli insaturados, que son los buenos.

Por otra parte investigaciones recientes indican que los ácidos grasos Omega 3, presentes sobre todo en la trucha y el salmón, ayudan a disminuir el colesterol de la sangre y los triglicéridos. Las vitaminas y minerales con que cuenta son también considerables: B6, niacina, B12, bionina, ácido pantoténico, A y D en menor cantidad y calcio (cuando se come el espinazo del pescado en lata), fósforo, magnesio, iodo, selenio, potasio y hierro. Tanto los pescados magros como los grasos son excelentes para una dieta sana. Aún los mas grasos poseen menos del 30% de grasas en las calorías que aportan, cifra sugerida para evitar enfermedades. La forma de cocción influye decisivamente en estos casos: Se sabe que no es lo mismo un pescado hervido que otro en aceite o frito.

El bajo contenido de colesterol es también una propiedad valorable en los alimentos de mar. Mientras un huevo grande aporta 275 miligramos de colesterol y una porción de carne picada de vaca 130, una de almejas aporta entre 25 y 40 miligramos, y otra de mejillones entre 40 y 65 miligramos. En virtud de las bondades de este alimento, se recomienda ingerir pescado dos o tres veces por semana como mínimo, preferentemente en preparaciones que no sean grasas. En cuanto a los mariscos, no más de una vez a la semana, acompañados por sales naturales.

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